• El presidente venezolano y el Rey se verán en octubre en El Salvador
• La cumbre no ha avanzado en la lucha contra la desigualdad y el cambio climático
Chávez y Zapatero se saludan en presencia del ministro Miguel Ángel Moratinos, el viernes en Lima. Foto: EFE / MIRAFLORES PILAR SANTOS
LIMA / ENVIADA ESPECIAL
Los gobiernos de España y Venezuela han iniciado el deshielo de las relaciones diplomáticas con una reunión de media hora entre José Luis Rodríguez Zapatero y Hugo Chávez en Lima. Ambos dirigentes dan por superada la crisis abierta con el "¡Por qué no te callas!", aunque para ver la foto más esperada, la del encuentro entre el líder venezolano y el Rey, habrá que esperar hasta octubre, mes en el que El Salvador acogerá la cumbre iberoamericana anual.
"Me alegro mucho del reencuentro con el presidente español. Aproveché para mandarle un saludo al rey Juan Carlos. Somos viejos amigos. Lo que pasó en Chile, bueno, pasó y pasó, fue un episodio de una dinámica muy rica y muy apasionada", explicó el dirigente venezolano en declaraciones a los periodistas.
RESPETO INSTITUCIONAL
Lejos quedan ya las peroratas del pasado noviembre, cuando el presidente venezolano, a punto de ser sometido a un referendo que finalmente acabó perdiendo, intentó aprovechar el pronto del Monarca español para distraer la atención de sus compatriotas. "Cuando vuele a Portugal pasaré rasando por la Zarzuela residencia de la familia real española, así bajitico. Espero que no me disparen", llegó a decir entonces.
Según la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, en la reunión entre los dos mandatarios Zapatero reiteró a Chávez que los gobiernos "se deben un respeto institucional siempre, en cualquier caso y situación", y el presidente venezolano aseguró que desea que ése sea el clima que presida las relaciones con España.
PERFIL BAJO
El líder bolivariano ha acudido a la cumbre de Lima entre dirigentes de América Latina y la Unión Europea con una actitud muy diferente a la habitual. Él --al igual que sus aliados Rafael Correa (Ecuador) y Evo Morales (Bolivia)-- ha preferido mantener un perfil bajo y ha privado al mundo de sus habituales shows dialécticos. Con una guerra abierta ya con EEUU, Chávez ha apostado por pasar desapercibido entre los dirigentes europeos y hasta pidió disculpas en persona a la cancillera alemana, Angela Merkel, a quien días antes había calificado de heredera del nazismo.
La agenda del encuentro internacional, que ha evidenciado escasos avances en los objetivos que se había propuesto (lucha contra la desigualdad y el cambio climático), consiguió imponerse a los problemas bilaterales entre Caracas, Bogotá, Quito y La Paz a cuenta de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Zapatero aprovechó la cumbre para reunirse también con otros dirigentes latinoamericanos, entre otros, Felipe Calderón (México), Cristina Fernández de Kirchner (Argentina), Álvaro Uribe (Colombia), Michelle Bachelet (Chile) y Fernando Lugo (Paraguay).
Calderón y Zapatero anunciaron un proyecto para erradicar la malaria en Latinoamérica. El presidente español quiere promover que organismos multilaterales en materia de salud y la Unión Europea, con fondos, se incorporen a la iniciativa. Se quiere acabar con este mal en 10 años en Centroamérica, donde en el 2006 causó la muerte de unas 80.000 personas.
