23/4/08

SOSPECHAS SOBRE EL PRESIDENTE URIBE

La captura de un primo de Alvaro Uribe levanta sospechas sobre el Presidente
Fiscalía ordenó arresto del ex senador Mario Uribe por sus presuntos lazos con paramilitares. Costa Rica denegó otorgarle asilo por “improcedente”. Opositores de Alvaro Uribe sostienen que era imposible que el mandatario no conociera sus actividades.
Entre gritos de "asesino" y "cobarde", el ex senador Mario Uribe, cercano colaborador y primo segundo del presidente Alvaro Uribe, fue detenido anoche a su salida de la embajada de Costa Rica en Bogotá, luego que el gobierno de ese país informara que había rechazado su pedido de asilo político presentado más temprano, por “improcedente”.

El ex senador había buscado la protección el martes por la mañana, cuando la Fiscalía General ordenó su detención para investigarlo por sus presuntos lazos con paramilitares.

La detención del ex senador, quien ahora quedará detenido en calabozos en la sede principal de la Fiscalía General mientras se le asigna una prisión, puso fin a una larga jornada de tensiones sobre el destino del ex parlamentario y el impacto de su caso en el gobierno y en el ya aquejado Congreso.

La Fiscalía General informó en un comunicado que había ordenado la captura del ex senador porque se reunió entre 1998 y 2002 con Salvatore Mancuso, un jefe del paramilitarismo, actualmente desmovilizado, así como un colaborador de una de esas bandas, el chofer Jairo Castillo Peralta.

La Fiscalía no indicó exactamente qué ocurrió en esas reuniones, pero al menos uno de esos ex paramilitares, Castillo Peralta, dijo en abril del 2007 que el ex senador había solicitado apoyo de esas bandas para conseguir terrenos o fincas.

Alvaro y Mario Uribe siempre trabajaron juntos en política y fundaron en 1985 un partido llamado Colombia Democrática, cuyos cinco legisladores están ahora investigados o detenidos por el escándalo que estalló a fines del 2006 de los presuntos lazos del paramilitarismo con parlamentarios y funcionarios regionales, por lo que opositores políticos siempre han levantado la sospecha, que era imposible que el presidente desconociera la totalidad de eventuales contactos con paramilitares, quienes se desmovilizaron y entregaron sus armas en un proceso iniciado en 2003, precisamente por el gobierno de Uribe.
Noticia publicada en EL DIA.

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